viernes, 14 de noviembre de 2008

Mi negocio y el deporte profesional


Al ser nuestra querida Melilla una ciudad donde las subvenciones, encubiertas o disfrazadas, están a la orden del día, hay algunos aspectos de las mismas que pasan desapercibidos para el gran público, o sea para los que aflojamos la “panoja”. Las subvenciones (patrocinio lo llaman algunos) para los diferentes equipos deportivos profesionales de Melilla están sustentadas, según criterio de la correspondiente consejería, en virtud de la importancia de la liga que dispute el equipo así como de la representatividad y repercusión mediática tenga el susodicho. Dicho esto, se deduce con meridiana claridad que la UD Melilla, en fútbol, y el Melilla Baloncesto son aquellos equipos profesionales que dan el mayor” bocado a la tajada” del dinero institucional. Pero ahora viene lo mejor. ¿Qué requisito se necesita para ser directivo, presidente, etc de cualquiera de ambas instituciones?. En particular, ningún requisito. ¿Ser elegido por mayoría?. No, ni por minoría. Quizá tener lazos de amistad con el poder establecido. ¿Sustentar y avalar personalmente la deuda adquirida por esa institución?. Tampoco. Si hay que “comerse el marrón que se lo coma el Ayuntamiento”. ¿Entonces?. Baste ser un comerciante al uso y que la institución deportiva a la que representes necesite de los servicios que tu empresa oferta al público. Así, el dinero para conformar el equipo, cuanto más caro mejor, me lo pone el Ayuntamiento. Yo, elijo mis compañeros de viaje, directivos, entrenadores, etc. Le vendo mis productos (viajes, ropa deportiva, coches, etc) al club. Qué sale bien, soy un fenómeno. Qué no, hasta luego Lucas...y encima me deben dinero.

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